En el fútbol profesional, una lesión muscular puede cambiar el rumbo de una temporada. La diferencia entre jugar y quedarse afuera muchas veces no depende del talento, sino de cómo el cuerpo resiste la exigencia. La ciencia del deporte lleva años investigando cómo prevenir lesiones musculares y mantener a los jugadores disponibles el mayor tiempo posible.
La prevención, el nuevo entrenamiento invisible
Hace dos décadas, los cuerpos técnicos se enfocaban casi exclusivamente en la técnica y la táctica. Hoy, según la FIFA Medical Centre of Excellence, la prevención de lesiones es parte central del plan semanal de cualquier equipo de élite.
El objetivo no es solo evitar que el jugador se lesione, sino también preparar al cuerpo para resistir la carga física del fútbol actual: partidos cada tres días, viajes largos y alta intensidad sostenida.
La AFA y clubes como River, Boca o Racing incorporaron rutinas de prevención en cada entrenamiento, basadas en evidencia científica y supervisadas por equipos médicos y kinesiólogos.
Factores que aumentan el riesgo de lesión
Según estudios publicados por la IFAB y el FIFA Medical Network, los principales factores de riesgo para lesiones musculares son:
- Fatiga acumulada. Entrenar o jugar sin la recuperación adecuada aumenta la probabilidad de desgarros.
- Desequilibrios musculares. Si un grupo muscular está más fuerte o más tenso que su opuesto, el cuerpo se descompensa.
- Déficit de flexibilidad. La falta de movilidad limita la capacidad de respuesta ante gestos explosivos.
- Cargas mal planificadas. La ciencia demostró que un exceso o una variación brusca en la carga semanal dispara el riesgo de lesión.
Por eso, los preparadores físicos utilizan herramientas como el GPS de rendimiento y los monitores de carga interna (frecuencia cardíaca, percepción de esfuerzo, análisis de lactato) para ajustar el trabajo de cada futbolista.
El entrenamiento preventivo: fuerza, control y estabilidad
Uno de los programas más reconocidos a nivel mundial es el FIFA 11+, diseñado por la Federación Internacional para reducir las lesiones no por contacto. Este protocolo incluye ejercicios de:
- Activación neuromuscular. Movimientos de coordinación y equilibrio para preparar el cuerpo.
- Fortalecimiento de isquiotibiales y aductores. Los músculos más afectados en el fútbol profesional.
- Estabilidad de core y cadera. Mejora la postura y el control en cambios de dirección.
- Técnica de salto y aterrizaje. Previene sobrecargas en rodillas y tobillos.
Según datos de la FIFA, los equipos que aplican el 11+ de forma sistemática reducen entre un 30% y un 50% las lesiones musculares.
La ciencia aplicada al control de carga
El avance tecnológico permitió que los preparadores midan la carga externa (metros, sprints, aceleraciones) y la carga interna (respuesta fisiológica del jugador).
Al comparar ambas, se puede determinar cuándo un futbolista está en zona de riesgo. Por ejemplo, si mantiene una alta carga externa pero su frecuencia cardíaca o percepción de esfuerzo no bajan, el cuerpo está acumulando fatiga.
Así, los técnicos ajustan el entrenamiento antes de que aparezca una lesión. Es la ciencia anticipándose al problema.
El rol de la nutrición y la hidratación
La prevención no termina en el gimnasio. La nutrición deportiva y la hidratación adecuadas son parte esencial del proceso. Un déficit de minerales como sodio o magnesio puede alterar la contracción muscular y aumentar el riesgo de calambres o microlesiones.
Por eso, los nutricionistas de los equipos planifican cada comida y controlan que los futbolistas lleguen al entrenamiento con un nivel óptimo de energía y líquidos.
Prevención emocional: el factor mental también cuenta
Estudios del Journal of Sports Science & Medicine muestran que el estrés, la ansiedad y la falta de sueño también elevan el riesgo de lesión. La razón es simple: el cuerpo tenso reacciona más lento y se fatiga más rápido.
Por eso, varios clubes implementan programas de neuroentrenamiento y mindfulness, donde los jugadores aprenden a controlar la respiración, reducir la tensión y mejorar la concentración.
La prevención de lesiones musculares en el fútbol moderno es una combinación de ciencia, planificación y autoconocimiento. No se trata solo de entrenar más, sino de entrenar mejor, respetando los límites del cuerpo y aplicando datos objetivos.
En definitiva, la ciencia no elimina las lesiones, pero sí las anticipa. Y en un calendario cargado como el actual, esa ventaja puede definir una temporada.
Descubrí en El Viejo VAR cómo la ciencia del deporte está cambiando la forma de entrenar, recuperarse y rendir al máximo dentro de la cancha.
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De qué hablamos:
Prevención de lesiones, preparación física, FIFA 11+, control de carga, ciencia del deporte.


