VAR, árbitros, ¿y qué más? El nivel del fútbol argentino no viene siendo el mejor, y las razones son más de una. Habrá quienes dicen “eh pero somo´ campeones del mundo!”, pero no tapemos el sol con la mano muchachos. Basta con repasar cuántos jugadores del fútbol local participaron en esa selección.
En El Viejo Var sabemos que desde acá no vamos a solucionar nada, pero nadie nos prohibe hablarlo. Focalicemos en un factor que no tiene que ver con los planteos de los partidos o los jugadores mismos, hablemos de los árbitros.
¿Cuánto aportaría que los colegiados sepan jugar al fútbol? ¿Cuánto aportaría que jueguen al fútbol? No profesionalmente, está claro, pero que tengan que jugar un picado al menos una vez por semana. Puede sonar a una pavada, pero vemos en varios encuentros fallos insólitos que tienen que ver con la mala o nula interpretación del juego, de las acciones naturales del juego. La teoría no es lo mismo que la práctica.
VAR, árbitros, ¿y qué más?
¿Y qué pasa con el criterio?
En un mismo finde, vemos cómo el árbitro cobra cada toquecito, y otro apela al siga siga. Consideramos necesario establecer un estándar para que los equipos sepan cómo se juega, y se eviten las clásicas quejas por sentirse perjudicados en encuentros específicos. Incluso al establecer una base, podríamos evitar los famosos favoritismos. Si nos preguntan, sugerimos el estándar de la Premier, que no cortan por cada roce insignificante, y hacen el juego más fluido.
Y ya que hablamos de juego fluído, hablemos de “los tiempos muertos”. Es notorio que en los últimos tiempos la llamada viveza criolla se usa cada vez más, sobre todo por los equipos denominados chicos, que al estar en ventaja comienzan a hacer tiempo de todas las formas posibles.
Demorar los saques, tirarse tres horas en cada falta recibida, tirarse al piso fingiendo lesiones, demorando los cambios…. las mil y un formas de robarle tiempo al reloj, que luego nunca se recupera en el adicionado.
Demoras, arqueros y cambios: ¿y si hacemos algo al respecto?
Sabemos que el tiempo que se fue no volverá, pero por qué no pensar medidas para evitar esto, que en definitiva es algo que afecta el tiempo neto de juego. Según varios informes, la liga argentina está en el top 3 de las ligas con menos tiempo neto de juego.
¿Qué podríamos sugerir en base a esto? Mmmmm, tirando por tirar, una amarilla “preventiva” ante la primera demora del arquero, detener el reloj en los cambios, establecer una base de adición (salvo en casos específicos donde de verdad no sea necesario adicionar), adicionar de a dos minutos ante la insistencia en la actitud de demorar durante los minutos ya adicionados. Sólo ideas, después si son o no aplicables es otra cosa, pero al menos digamos algo.
imagen ilustrativa @MetaAI
Sigamos con algo básico, el árbitro tiene la facultad de sancionar a los jugadores con tarjetas, amarillos y rojas. Pero…. ¿quién le saca tarjetas a los árbitros?
Sabemos que el Departamento de Arbitraje y el Colegio de Árbitros se ocupan de eso, pero lo hacen una vez que un árbitro ya le arruinó el partido a algún equipo. ¿Por qué no sanciones inmediatas? Si un jugador puede jugar sabiendo que tiene una amarilla, por qué el árbitro no podría hacerlo. Hoy con el VAR es más difícil que haya fallos incorrectos, pero muchas veces cuando un jugador habla demás, es amonestado. Sería lógico que un árbitro que habla demás o se dirige irrespetuosamente a los jugadores, sea amonestado. O todo lo contrario, uno que deja que el partido se le vaya de las manos. O que permite a un equipo hacer demasiado tiempo…. en fin, un sistema que permita mantener al árbitro en partido.
Todo puede sumar para mejorar la calidad de nuestro fútbol, y esta vez le tocó a los árbitros, ¿a vos qué se te ocurre?
Nos vemos en el VAR
El Viejo Var. Un espacio donde nos juntamos a opinar de fútbol, sin verdades absolutas pero con mucha pasión.